La cianocobalamina inyectable es un medicamento que se suministra de forma directa en el torrente sanguíneo. Sirve para proveer de vitamina B12 a aquellas personas cuyo organismo no pueden absorberla o en casos de carencia de la misma por otros motivos.
Se trata de una vitamina B12 inyectable que ha sido creada de forma artificial a partir de la cobalamina; es decir, de la propia sustancia de esta vitamina. Por ello, no resulta perjudicial para el organismo.
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¿Para qué enfermedades se prescribe la inyección de cianocobalamina?
La cianocobalamina inyectable se receta en situaciones de carencia de vitamina B12 en el organismo. Estas suelen estar asociada a las enfermedades o infecciones que causan que el cuerpo no pueda absorber dicha vitamina; como, por ejemplo, la anemia perniciosa.
La aciduria metilmalónica, una enfermedad que causa la imposibilidad de que el cuerpo descomponga proteínas, también es uno de los motivos por los que el médico puede prescribir las inyecciones de cianocobalamina. Incluso en fetos.
También suele recomendarse en aquellas personas que siguen una dieta vegetariana o vegana; es decir, que no consumen alimentos de origen animal.
La inyección de cianocobalamina también se emplea en personas con enfermedades hereditarias que reducen o impiden la absorción de la vitamina B12.
La falta de vitamina B12 puede provocar anemia. Esto es debido a que el organismo no puede producir tantos glóbulos rojos, causando daños en el sistema nervioso y debilidad en general.
En ocasiones las inyecciones de cianocobalamina se utilizan para comprobar hasta qué punto el cuerpo puede absorber y asimilar la vitamina B12.
¿Cómo se debe usar la cianocobalamina?
La cianocobalamina inyectable se presenta en forma de líquido en ampollas que se puede aplicar de forma intramuscular; es decir, en el músculo. También se puede aplicar de forma subcutánea, por debajo de la piel.
Por lo general las inyecciones las aplica un doctor o un enfermero en el ambulatorio, clínica u hospital. Durante la primera semana, la inyección se aplica de forma diaria y, conforme se normaliza el número de glóbulos rojos, se continuará en días alternos durante otras dos semanas.
Después la inyección se pondrá cada tres o cuatro días durante las siguientes dos o tres semanas, a considerar por el médico. Continuará hasta que el tratamiento se estabilice con una inyección al mes para poder mantener los niveles de vitamina B12 en el organismo.
Aún así, esta posología puede variar dependiendo de la persona, la edad, el sexo y las circunstancias que le han llevado a necesitar cianocobalamina inyectable. En cualquier caso, siempre hay que seguir las instrucciones del médico.
Algunas personas necesitan recibir cianocobalamina inyectable durante el resto de su vida. Pero en ocasiones el tratamiento puede finalizar si se comprueba que el organismo es capaz de absorber y procesar la vitamina B12 por sí solo.
Es habitual que el médico ordene que te hagas análisis de sangre de forma periódica para poder comprobar los efectos de la cianocobalamina inyectable en tu organismo. Así podrá regular el tratamiento de la forma adecuada.
Nunca hay que saltarse una inyección de cianocobalamina, aunque te sientas bien y no tengas síntomas. A menos que el médico indique lo contrario, hay que acudir a todas las citas para recibir el tratamiento.
Las inyecciones suelen aplicarse en la parte superior del brazo, en el muslo (si son niños, bebés o alguien que se inyecta a sí mismo), en la parte exterior de la cadera (donde no hay ni vasos sanguíneos ni nervios) o en las nalgas, donde solo debe hacerlo un médico.
Aunque lo normal es que sea alguien cualificado quien se encargue de inyectar la cianocobalamina, en algunos casos puede que seas tú quien tenga que hacerlo. Para ello te recomendamos que insertes la aguja en un ángulo de 90º para que entre de forma directa al músculo y sea absorbida con rapidez.
Antes de ello, limpia bien la piel con un algodón empapado en alcohol y dale toquecitos a la jeringuilla para comprobar que no hay burbujas de aire que puedas insertar de forma accidental dentro del músculo.
Asegúrate de que la piel está tensa y los músculos relajados para que todo sea más fácil, rápido y lo más indoloro posible.
Por último saca la aguja en la misma dirección en la que la has insertado y pon un algodón o una tirita en la zona para evitar cualquier sangrado mínimo.
Precauciones especiales a seguir con la cianocobalamina
Si tu médico ha decidido recetarle cioanocobalamina inyectable, es importante que tengas en cuenta algunas precauciones. También es esencial que le comentes si te encuentras en alguno de los siguientes supuestos:
- Padeces alergia a la cianocobalamina, hidroxicobalamina, cobalto u otras vitaminas.
- Estás tomando medicamentos a base de hierbas como cloranfenicol, colquicina, ácido fólico, metotrexato, ácido paraaminosalicílico y pirimetamina.
- Bebes grandes cantidades de alcohol a menudo.
- Tienes alguna neuropatía óptica hereditaria de Leber.
- Tienes alguna enfermedad relacionada con el riñón.
- Estás embarazada, amamantando o planeas quedarte embarazada. Si te embarazas durante el tratamiento debes informar a tu médico cuanto antes.
¿Qué tengo que hacer si me olvido de tomar una dosis de cianocobalamina?
Aunque, como hemos dicho antes, nunca debes saltarte una cita pese a que te encuentres bien y no tengas síntomas, es posible que puedas tener un despiste o que no hayas podido acudir al médico.
No hay mucho más que puedas hacer excepto contactar con tu médico lo antes posible y tratar de que pueda ponerte la inyección sin demasiada demora para que tu organismo no comience a notar la carencia de vitamina B12.
Efectos secundarios de la cianocobalamina inyectable
Como casi todos los medicamentos, la cianocobalamina inyectable tiene efectos secundarios que pueden aparecer o no, dependiendo de la persona. Los síntomas más comunes suelen ser diarrea y la sensación de hinchazón en el cuerpo.
Tendrás que acudir al médico si cualquiera de estos dos síntomas se agrava y no desaparece. Por lo general suelen permanecer pocos días hasta que el cuerpo se acostumbra.
Sin embargo, existen otros efectos secundarios graves los cuales debes notificar a tu médico cuanto antes:
- Calambres y dolores en los músculos, debilidad general.
- Dificultad para tragar o para respirar.
- Dolor de piernas.
- Picazón insistente, sarpullidos en la piel o urticaria.
- Sed extrema.
- Enrojecimiento de la piel, en especial en la cara.
- Necesidad de orinar con frecuencia.
- Mareos, confusión, cansancio.
- Tos insistente o silbido al respirar.
- Aceleración del ritmo cardíaco.
- Hinchazón de manos, pies, piernas, brazos o tobillos.
En cualquiera caso, si empiezas a notar síntomas extraños debes acudir al doctor aunque no aparezcan en esta lista.
Qué hacer en caso de sobredosis
Es muy difícil que pueda darse una sobredosis de cianocobalamina inyectable, ya que el exceso de vitamina B12 es eliminado de forma automática por el propio organismo a través de la orina. De hecho, no se han documentado casos.
Sin embargo, si crees que tú u otra persona puede estar sufriendo una sobredosis de cianocobalamina inyectable, lo primero que hay que hacer es llamar al Centro Nacional de Toxicología (91 562 04 20) para poder hablar con un médico.
Este te preguntará acerca de los síntomas que está sufriendo la persona que tiene la intoxicación y te informará sobre los primeros pasos que tienes que seguir. También te dirá si es necesario llamar a los servicios de emergencia (112) para recibir atención médica.